09 / Septiembre / 2025
En Maquinaria Agrícola Corbar S.L., nuestra trayectoria desde 2004 nos ha consolidado como un referente en el sector, siempre adaptándonos a las demandas de ganaderos y agricultores. Nuestro compromiso con la innovación y la tecnología nos impulsa a ofrecer soluciones avanzadas para una gestión eficiente y sostenible de las explotaciones. Hoy, abordamos un tema crucial: los purines, un subproducto esencial en la ganadería moderna
Los purines son, en esencia, residuos orgánicos líquidos generados en las explotaciones ganaderas, compuestos por una mezcla de excrementos (orina y heces), agua de limpieza de las instalaciones y, en ocasiones, restos de pienso. Aunque a menudo se les asocia con un problema de gestión, en Corbar vemos en ellos una oportunidad invaluable. La valorización de los purines es fundamental para la sostenibilidad agrícola y para la eficiencia de las granjas, permitiendo transformar un residuo en un recurso valioso. Particularmente, los purines de cerdo son los más conocidos y abundantes en España debido a la alta concentración porcina. Su composición es rica en nutrientes esenciales para el crecimiento de los cultivos, como nitrógeno, fósforo y potasio, lo que los convierte en un excelente fertilizante orgánico. Sin embargo, su heterogeneidad varía según factores como la especie animal, el tipo de alimentación o el sistema de estabulación. Es por ello que su manejo adecuado no solo previene problemas ambientales, sino que también ofrece beneficios económicos sustanciales al reducir la dependencia de fertilizantes químicos.
El origen está directamente ligado a la actividad ganadera. En las explotaciones, especialmente las de carácter intensivo, la mezcla de las deyecciones de los animales (principalmente ganado porcino y vacuno) con el agua utilizada para la limpieza de los establos y, en ocasiones, con agua de bebida derramada, da lugar a este subproducto. La creciente intensificación de la ganadería, necesaria para satisfacer la demanda alimentaria global, ha conllevado un aumento proporcional en la generación de purines, haciendo de su gestión un desafío y, a la vez, una prioridad. Su composición es compleja y variable. Contienen una elevada cantidad de materia orgánica, así como nitrógeno (en forma amoniacal y orgánica), fósforo, potasio y otros micronutrientes. Esta riqueza nutricional es precisamente lo que les confiere su potencial como fertilizante, pero también lo que, mal gestionado, puede generar impactos negativos. En Corbar, comprendemos esta dualidad y desarrollamos maquinaria agrícola que facilita el control y la optimización de este subproducto desde su origen.
La incorrecta gestión de residuos presenta riesgos ambientales significativos que deben ser abordados con responsabilidad. Nuestro compromiso va más allá de la venta de maquinaria; buscamos dotar a ganaderos y agricultores de las herramientas para una práctica más limpia y respetuosa con el entorno. La ausencia de un tratamiento adecuado puede llevar a la contaminación de recursos vitales y a la emisión de gases que contribuyen al cambio climático.
Uno de los principales problemas derivados de una gestión deficiente de los purines es la contaminación del suelo y del agua. Cuando se aplican en exceso al suelo, o cuando se almacenan incorrectamente, los nitratos y fosfatos que contienen pueden filtrarse y alcanzar las aguas subterráneas o ser arrastrados a ríos y arroyos, causando la eutrofización. Este fenómeno provoca un crecimiento desmedido de algas que agotan el oxígeno del agua, afectando gravemente la vida acuática. Además, la presencia de patógenos en los purines crudos también puede representar un riesgo para la salud pública y animal. Asimismo, los que están almacenados sin tratamiento, liberan gases contaminantes a la atmósfera, como amoníaco (NH₃) y metano (CH₄). El amoníaco contribuye a la acidificación del suelo y a la formación de partículas finas, mientras que el metano es un potente gas de efecto invernadero, mucho más dañino que el CO₂. Por ello, en Corbar, apostamos por soluciones que no solo mejoran la eficiencia en la granja, sino que también mitigan estos impactos, alineándonos con los objetivos de una sostenibilidad ambiental genuina.
Ante los desafíos que plantea la gestión de purines, el tratamiento de purines emerge como una necesidad imperante y una oportunidad para las explotaciones modernas. En Maquinaria Agrícola Corbar S.L., somos innovación, compromiso y garantía, y nos dedicamos a ofrecer soluciones que transforman estos residuos en valiosos recursos. Entendemos que cada granja tiene sus particularidades, por lo que nuestros equipos están diseñados para adaptarse a diversas necesidades, garantizando eficiencia y respeto por el medio ambiente. La normativa en España, como el Real Decreto 980/2017 y las futuras regulaciones, es cada vez más exigente en cuanto a la gestión y aplicación, prohibiendo métodos menos eficientes y promoviendo técnicas que reducen las emisiones y la contaminación. Esto subraya la importancia de invertir en equipamiento especializado que no solo cumpla con la ley, sino que también optimice los recursos de la explotación. Desde nuestros comienzos, nos hemos adaptado año tras año a las demandas de ganaderos y agricultores, incorporando máquinas más diversas y de mayor tecnología.
En Corbar, hemos incorporado maquinaria de mayor tecnología para facilitar los procesos biotecnológicos y físicos que minimizan los riesgos ambientales y maximizan el potencial de los purines. Entre las técnicas más eficaces y sostenibles, destacamos:
Estos métodos, combinados con una planificación rigurosa, permiten a nuestros clientes convertir un problema en una ventaja, mejorando la productividad y la imagen de su explotación. Nos posicionamos como un referente en el sector, apostando por la innovación, el compromiso y la garantía en cada máquina que fabricamos y distribuimos.
En Maquinaria Agrícola Corbar S.L., creemos firmemente que los purines no son meros residuos, sino un recurso estratégico con un inmenso potencial. La transformación de un problema ambiental a un activo valioso es la esencia de la optimización de recursos y la sostenibilidad ambiental en la ganadería moderna. El aprovechamiento inteligente de los purines implica su valorización como fertilizante orgánico de alta calidad. Gracias a su rica composición en nitrógeno, fósforo y potasio, los purines tratados pueden sustituir, total o parcialmente, a los fertilizantes minerales, lo que se traduce en un ahorro económico significativo para el ganadero y el agricultor. Esta práctica no solo reduce los costes de producción, sino que también mejora la estructura del suelo, aumenta su capacidad de retención de agua y nutrientes, y fomenta la actividad microbiológica beneficiosa. La recuperación de nutrientes a través del tratamiento de purines cierra un ciclo vital en la agricultura sostenible. Al reintegrar estos nutrientes al suelo de forma controlada y eficiente, se disminuye la presión sobre los recursos naturales y se contribuye a un modelo de economía circular. Nuestros clientes confían en nosotros por nuestra experiencia y nuestra capacidad de adaptación, y es que ofrecemos soluciones que permiten:
En Corbar, somos conscientes de que el futuro de la ganadería y la agricultura pasa por la adopción de prácticas sostenibles. Por ello, hemos incorporado máquinas más diversas y de mayor tecnología, diseñadas para que cada ganadero pueda realizar una gestión integral y rentable de sus purines. Desde asesoramiento personalizado hasta la provisión de maquinaria de vanguardia, estamos aquí para acompañarle en este camino hacia una producción más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Queremos que nuestros clientes logren los mejores resultados. Visítenos y descubra cómo podemos ayudarle a transformar sus desafíos en oportunidades en Maquinaria Agrícola Corbar S.L.
Los purines son ricos en macronutrientes esenciales para las plantas, principalmente nitrógeno, fósforo y potasio. También contienen macronutrientes secundarios como azufre, calcio y magnesio, así como una variedad de micronutrientes.
Sí, en España, la aplicación de purines está regulada por normativas como el Real Decreto 980/2017 y posteriores, que establecen directrices para un manejo adecuado y sostenible. Estas regulaciones buscan reducir las emisiones y la contaminación, promoviendo métodos de aplicación localizada y exigiendo planes de abonado.
La separación de fases de los purines permite obtener una fracción sólida y otra líquida. La sólida, más concentrada en fósforo y materia orgánica, es más fácil de transportar y puede ser compostada. La líquida, con menor carga contaminante, es ideal para fertirrigación, reduciendo el volumen total a gestionar y facilitando el cumplimiento normativo.
Los purines tratados y gestionados adecuadamente, especialmente mediante procesos que no impliquen productos químicos sintéticos, pueden ser aptos para su uso como fertilizantes orgánicos en agricultura ecológica, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental y la recuperación de nutrientes. Es importante verificar las certificaciones y normativas específicas de cada tipo de cultivo ecológico.
La reducción del olor de los purines es un beneficio clave del tratamiento. Métodos como la agitación y homogeneización, la separación sólido-líquido y la acidificación pueden disminuir significativamente las emisiones de compuestos volátiles responsables del mal olor, mejorando el ambiente en la granja y sus alrededores.